De una manera muy curiosa me habia matado a mi misma. ahora era un ser muerto, un cadaver ambulante.
media hora despues, estaba mirando las negras aguas del lago...desde un elegante puente. permaneci largo rato contemplandolas, imaginando mi cuerpo cayendo en ellas desde alli arriba, cayendo en el agua sin salpicar, hundiendome... mire fijamente aquel negro que parecia tan solido y que, en realidad, era tan receptivo, estaba tan dispuesto a tragarme y a mandarme a la muerte... pero no tenia el valor ni sentia la desesperacion necesaria para suicidarme. mas adelante, estaba segura de que lo haria...cuando se entrecruzaran en el angulo justo los planos de la cobardia y del valor. y ese dia me dare una sorpresa a mi misma y a todos los que me conocen. entonces, las manos con que me agarraba a la baranda de piedra me empujaron, haciendome retroceder... y reemprendi mi camino con paso cansado....